lunes, 2 de julio de 2007

Al principio fue la mujer.



Hace muchos, muchos años, en aquellos oscuros días perdidos en el tiempo en los que la memoria no puede entrar, en extrañas y lejanas regiones de la tierra, hubo un macho, al que todos llamaban “Hombre”. Y Hombre, este macho de los míticos tiempos perdidos, tenía una hembra, por todos conocida como “Mujer”, la que había conseguido raptándola de uno de los clanes con los que disputaba la supremacía por el territorio.
Por supuesto, antes de raptarla, Hombre ya conocía a esta hembra… bueno, conocer, conocer, no. No sabía que se llamaba Mujer, ni que su padre se la había prometido a otro macho de su mismo clan, pero la había visto por ahí, recolectando frutos, recogiendo vallas silvestres, juntando plumas de aves exóticas para adornar su cabellera, y le había gustado. Mientras la observaba a lo lejos, Hombre había descubierto sus atractivas curvas y encontraba que eran una invitación para… para “eso”.
Bueno, y Mujer, la hembra, por su parte también se había fijado en este macho que la espiaba escondido detrás de las zarzamoras, y le habían gustado sus ojos, sus manos grandes y fuertes, esa gran y hermosa espalda con forma de triángulo invertido. En más de alguna oportunidad, Mujer se sintió tentada por este macho y contoneaba sus curvas como invitándolo a… “eso”.
Era evidente que Hombre y Mujer tenían onda de frentón, lo que ellos no sabían, porque todavía no se había descubierto, es que incluso así, mirándose a lo lejos, ellos se habían olido, y sus feromonas los hacían mutuamente atractivos. Entonces un día, absolutamente dominado por el poder de sus feromonas, Hombre salió corriendo, agarró a la hembra por la cintura, se la echó al hombro y siguió corriendo hasta la desembocadura del río.
Mientras iba la hembra en el hombro de Hombre, se sentía plena, dichosa, feliz y enamorada, por lo que al llegar a la desembocadura del río, ustedes comprenderán que lo único que ocurrió fue “eso”, una y otra vez, y de tanto hacer “eso”, la feliz pareja pronto se encontró con un machito y una hembrita, a los que llamaron “Niño” y “Niña”… Pero me estoy adelantando en la historia.
Al día siguiente de los sucesos en la desembocadura del río, Hombre llevó a su hembra para presentarla ante el consejo de sabios, el que estaba conformado por los Ancianos. Cuando llegaron, Hombre dijo: “Venerables Ancianos, esta hembra es Mujer y la escogí para vivir con ella.” Anciano Mayor, el más viejo de los sabios, un poco incómodo con la situación, preguntó: “¿De dónde sacaste a esta hembra, Hombre?” Y Hombre respondió: “A esta hembra me la rapté del Otro Clan.” “¿Qué cosa has hecho, Hombre por dios?”, lo increpó Anciano Mayor. “Eso”, dijo Hombre… es decir, no eso de “eso”, sino que eso de haberla raptado y tal. Entonces Anciano Mayor sentenció: “Hombre, si a esta hembra has escogido para vivir, que así sea. Sólo quiero que sepas que en todos mis años de vida nunca alguien de Este Clan se raptó a nadie del Otro Clan. Esperemos que las consecuencias no sean funestas.”
Ni bien hubo terminado de hablar Anciano Mayor, se presentó ante el consejo un mensajero del Otro Clan con el siguiente mensaje: “Si la hembra Mujer no es devuelta en el acto al Otro Clan, Este Clan deberá sufrir las consecuencias de un ataque despiadado.”
Antes de que nadie pudiera reaccionar, Mujer dijo: “Yo de aquí no me muevo”, con lo que el mensajero se retiró profiriendo terribles maldiciones y amenazas.
Enfrentados al inminente ataque del Otro Clan, los sabios decidieron endosarle toda la responsabilidad a Hombre, diciéndole así: “Hombre, dado que esta guerra es a causa de tu hembra, tú estarás a cargo de la defensa de Este Clan. Eres un buen guerrero y un buen lanzador de piedras, tú eres el único capaz de derribar de un piedrazo a un oponente a más de cien pasos. Tienes toda nuestra confianza, te entregamos todo el poder para que guíes a Este Clan. Serás el Jefe Supremo hasta que la guerra termine, luego deberás devolver el poder a este consejo.”
Apremiado por el tiempo, Hombre organizó la defensa de Este Clan y cuando el Otro Clan atacó, el ataque fue resistido y repelido. Hombre era un héroe, y ahora debía devolver el poder. Pero Mujer lo convenció de no hacerlo diciéndole: “Si crees que habiendo repelido el ataque ya está todo listo, te equivocas. No puedes quedarte en paz porque el Otro Clan volverá a atacar. Debes impedirlo atacándolos tú primero, debes derrotarlos por completo y luego devolverás el poder.”
Hombre tomó el consejo de Mujer y atacó sin piedad al Otro Clan, haciéndolo huir hasta más allá de la Gran Montaña. Hombre era un súper héroe y ahora sí debía devolver el poder. Pero Mujer una vez más habló: “El Otro Clan se reorganizará y volverá sobre nosotros con más furia. Si devuelves el poder ahora quedaremos vulnerables. Los sabios confían en ti, mantén tu poder, al menos por un tiempo.”
Hombre, convencido por las palabras de su hembra, se negó a entregar el poder a los ancianos y mantuvo a Este Clan sumido en un constante estado de alerta.
Con el tiempo los ancianos comenzaron a morir, hasta que llegó el día en que Hombre fue el más viejo y ya no tuvo que dar explicaciones a nadie de lo que hacía con el poder.
Fue así como la fuerza reemplazó a la sabiduría en el gobierno de los pueblos, y fue así como la historia de Hombre se perpetuó y se sigue repitiendo a lo largo de los años.

"La cebolla es la escusa para llorar..."

...era como en esa película
underground
con el tipo que llevaba una banda tras él
y tocaban todo el rato
y lo seguían
a la mesa
al baño
a la cama

así suena el celu
todo el tiempo
¿cómo estás?
¿cómo te has sentido?
¿han hablado?
los amigos
en estos días
son la banda personal
los antiguos y los nuevos
aunque un poco más los nuevos
mientras charly no para de cantar
así es la vanguardia...