Cuando se traman secretas conspiraciones suele decirse que las paredes escuchan, pero cuando se trata de desenmascararlas, éstas pueden gritar con la fuerza de mil pulmones:
Las murallas murmuran lo que las bocas no se atreven a gritar…
La mayor y más democrática de todas las editoriales son las calles, los asientos de las micros, los baños públicos.
Póngale nombre al pico…
Jonathan y Briggitte, se aman por siempre.
Juanito, vuelve a casa, ya te hemos perdonado. Tus padres.
Cambio moto chocada por silla de ruedas.
Evite el aborto, hágalo por el orto.
La única iglesia que ilumina es la que arde.
El Mercurio miente.
Ni perdón ni olvido.
Hasta siempre compañera Gladys.
Ya no me hago en la cama…
Las murallas murmuran lo que las bocas no se atreven a gritar…
La mayor y más democrática de todas las editoriales son las calles, los asientos de las micros, los baños públicos.
Póngale nombre al pico…
Jonathan y Briggitte, se aman por siempre.
Juanito, vuelve a casa, ya te hemos perdonado. Tus padres.
Cambio moto chocada por silla de ruedas.
Evite el aborto, hágalo por el orto.
La única iglesia que ilumina es la que arde.
El Mercurio miente.
Ni perdón ni olvido.
Hasta siempre compañera Gladys.
Ya no me hago en la cama…